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Gato gordo

Se tiende a pensar que los gatos gorditos son más felices. Hay gatos que disfrutan comiendo, es cierto, pero muchos de ellos terminan sobrealimentándose por aburrimiento o porque al pedir atención a sus dueños reciben comida en vez de juegos o caricias.

La obesidad está asociada a un mayor riesgo de padecer:


  • Problemas articulares, como la artrosis.
  • Problemas cardiorespiratorios.
  • Problemas endocrinos, como la diabetes.
  • Problemas digestivos (diarreas, afección de los sacos anales, IBD, megalocon, estreñimiento, etc)
  • Problemas de piel (dermatitis por falta de aseo, acné, etc)
  • Problemas de vías urinarias (cálculos, cistitis, obstrucción urinaria, infecciones urinarias, etc)
  • Dificultad durante el parto.
  • Intolerancia al calor y al ejercicio.


¿Como puedo saber si mi gato está gordo?[]

Debemos pesar a nuestro gato frecuentemente (al menos una vez cada 1-2 meses). Esto se puede hacer en la clínica veterinaria o en casa con una báscula de baño. Una vez que el gato es adulto, este peso debería mantenerse estable a lo largo de los años.

No hay un peso estándar ideal para todos los gatos, ya que pueden existir variaciones en función de la raza, el sexo, el grado de hidratación, etc. Por lo que, además de pesarlos, es muy importante determinar su condición corporal y hacerse una idea de cuál sería su peso ideal.

La condición corporal consiste en una escala numérica (del 1 al 5) donde 1 es un animal caquéctico (delgadísimo), 3 es un animal en su peso ideal y 5 es un animal obeso (gordísimo). Puedes determinar la condición corporal de tu gato siguiendo esta tabla.


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¿Qué puedo hacer para que mi gato baje de peso?[]


Los gatos deben tener su comida disponible durante todo el día,y lo ideal es utilizar comederos interactivos, que regulan su apetito, reducen la ansiedad por la comida y fomentan el ejercicio, es decir, les hace comer de forma más instintiva.

Si maúlla o se frota contra ti lo más probable es que esté pidiendo atención, NO comida. La próxima vez, prueba a jugar con él o a acariciarle un ratito (si le gusta), en vez de ofrecerle premios o más comida.

Ejercicio para un gato con sobrepeso

Para motivar a nuestro gato para que realice ejercicio, deberemos usar la imaginación. En primer lugar adquiriremos o nos fabricaremos algunos juguetes que nuestro gato pueda "cazar".

Pero con el tiempo, y tras cazar cinco mil veces al falso ratón, es muy probable que su interés decrezca. Será entonces cuando sacaremos de nuestro arsenal el arma definitiva: una caña de pescar para gatos.

Dice el refrán:"La curiosidad mató al gato". Pues bien, en este caso la curiosidad puede salvarle la vida. El instinto cazador del gato se activará de inmediato e intentará atrapar la escurridiza caña. Correrá de izquierda a derecha, y saltará cuando se quede quieto a determinada altura. Cinco o diez minutos al día practicando este juego de caza y vuestro gato realizará un ejercicio muy sano.

Adiós al aburrimiento

Una de las causas que provocan un exceso de ingesta alimenticia en vuestro gato será el aburrimiento. Jugar con él más tiempo del habitual será excelente; pero si no disponemos del tiempo preciso la mejor solución será adoptar un gato cachorro para hacerle compañía.

Al principio vuestra jugarreta le parecerá fatal, y durante un par de días el primer gato se mostrará ofendido y pensará que solo a él le ocurren estas desgracias. Pero el cachorro con sus ganas de jugar, su porfía a pesar de las muestras de rechazo, y su encanto natural, logrará ser aceptado y desde este instante ambos jugarán mucho.

Dietas con comida light

En el mercado existen tipos de comida para gatos bajos en calorías para gatos obesos. Estas comidas para gatos son efectivas, pero no deben proporcionarse durante mucho tiempo, ya que carecen del elemento omega y la epidermis y el pelaje de vuestro gato se resentiría.

Además cualquier tipo de dieta debe ser supervisada por el veterinario en función del estado del gato, su edad, y sus circunstancias (si está castrado, por ejemplo).

La razón es que el organismo del gato es más delicado que el humano o el canino, y su hígado ralentiza la metabolización de las toxinas. Un súbito descenso de las calorías ingeridas podría acarrear una lipidosis hepática.

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