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Gatos en la literatura

No cabe duda que los gatos son animales  muy presentes en las artes tanto como acompañantes de grandes figuras de las letras o la plástica, como siendo protagonistas de obras que forman parte del arte universal. Los gatos son los preferidos por muchos artistas pues se identifican  con el mundo misterioso y muy particular de los felinos y con su porte majestuoso y gráciles maneras. Logrando encontrar en ellos la inspiración para sus obras, pues como bien supo centenciar Leonardo da Vinci: "El más pequeño de los felinos es una obra de arte".

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Y es que como afirman muchas personas; los perros son los perfectos acompañantes de hombres de negocios, políticos, científicos, deportistas...pero, los gatos, siempre estarán junto a personas bohemias,  escritores, pintores, músicos e intelectuales. Esto sucede pues los gatos tienen personalidades muy similares a los artistas: gustan de vivir a un ritmo propio, no gustan de imposiciones y prefieren entrar en actividad cuando otros duermen.

Además, como muchos artistas son amantes del silencio y disfrutan de largos ratos de quietud, indispensable en los artistas para la creación. Los gatos son eficientes ayudantes tanto para escritores como pintores, siempre entre los papeles o pinceles y más de uno dejo su diminuta huella sobre el lienzo o cambió palabras en el ordenador y jugeteó con la pluma, entregándole así a su dueño simples y perfectos momentos de cómplice felicidad.

Es por eso que grandes nombres de la literatura tuvieron como mascotas gatos que en la misma medida que recibieron amor, entregaron felicidad y fueron fuente de inspiración. Entre ellos podemos ci

Black cat

tar a Charlotte y Emily Bronte, ellas tuvieron un gato llamado Tiger, Edgar Allan Poe una gata llamada Catarina, Charles Dickens otra llamada William, F. Scot Fitzgeral con Chopin, José Luis Borges   tuvo dos gatos, Odín y  Beppo, Ernest Hemingway con sus 52 gatos en la finca Vigía de Cojímar, Cuba, entre otros muchos. Esto simplemente confirma la frase de Oswaldo Soriano cuando dijo:

" Un escritor sin gato es como un ciego sin lazarillo"

Y es quizás por eso que en la literatura el gato sea un personaje común ocupando roles protagónicos o secundarios y en cualquier género. Quedando así para la historia bajo nombres inseparables de nuestra cultura como el gato con botas, el gato negro o el gato de Cheshire.

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